
En este blog hemos examinado cómo nació el storytelling en las empresas, el tipo de historias que debería contar un CEO, y el equipo que debería contratar una empresa para optimizar su capacidad de crear narrativas que emocionen y conecten con consumidores y clientes.
Los datos más recientes lo confirman: según un estudio de Accenture, más del 70% de consumidores compran en negocios con los que se sienten identificados por sus valores corporativos – esas empresas que han logrado conquistarnos no solo por la calidad de sus bienes y servicios, sino también por sus prácticas de lucha contra el cambio climático, el cuidado que extienden a sus comunidades o por temas mucho más mundanos como su sentido del humor.
Señas de una buena narrativa corporativa
Para conquistar al cliente de hoy, existen cinco cualidades en el storytelling corporativo que pueden ayudar a cerrar una venta.
1. Simple. Si bien las historias con muchos giros narrativos pueden ser emocionantes en la ficción, el storytelling corporativo es más efectivo cuanto más clara y sencilla de comprender sea una historia. Existen muchos tipos de historias, pero las más simples siguen el patrón del ¨antes y después¨, es decir, cuando se experimenta una transformación, una reflexión o un descubrimiento. La emotiva campaña de los chocolates Suchard, por ejemplo, cuenta la historia de una familia que ha perdido a la abuela y, en su ausencia, deciden replicar todo lo que ella hacía para que la Navidad fuera especial. Sin desvelar el desenlace de ¨La Primera Navidad¨, Suchard se convierte en símbolo de tradición y de costumbre navideña en un cuento entrañable.
2. Entretenida. El hecho de que una historia tenga una estructura simple no significa que tenga que ser aburrida. Si queremos llamar la atención de nuestros potenciales clientes, es necesario revestir nuestras historias de originalidad y sorpresa. Recientemente, la empresa de embutidos Campofrío produjo el que tal vez fuera el anuncio más entretenido de la pasada temporada navideña en España. Bajo el título de ¨La Herencia¨, varios rostros famosos del cine y la televisión españolas se pasean por una notaría para hacer un testamento ficticio de lo que dejarán como legado a las futuras generaciones. Tras una disparatada y divertida retahíla de legados, una niña irrumpe en escena para recordar que el coraje es el valor más importante de todos. Con esta historia, Campofrío vuelve a posicionarse como una empresa anclada en los valores más nobles del ser humano, y seduce sin mostrarnos ni hacer referencia a ninguno de sus productos.
3. Auténtica. Ante el bombardeo informativo y publicitario que experimentamos a diario a través de una multitud de plataformas, resuenan aquellas marcas que logran posicionarse en nuestro imaginario colectivo como parangones de la ética, la integridad y la confiabilidad. Hoy, más que consumidores, somos fans de marcas, y una y otra vez demostramos lealtad a aquellas empresas cuyos valores más resuenan con nosotros. La empresa automovilística Renault, por ejemplo, nos recordó recientemente su capacidad de ajustarse a nuestros cambiantes estilos de vida con la campaña ¨La Tienda¨. Renault nos cuenta la historia de una tienda, propiedad de Pierre y Rose, que se transforma a lo largo de las décadas para ajustarse a las necesidades de la familia y al correr de los tiempos, al igual que lo han hecho los automóviles Renault. En este caso, Renault usa esta historia para presentar su nuevo modelo eléctrico.
4. Universal. Los valores y prácticas que son globalmente reconocibles o son innatas en la naturaleza humana nos elevan emocionalmente y nos ayudan a forjar lazos con los demás. Son esas historias que no conocen fronteras, como las historias de multiculturalidad que nos cuenta Coca Cola, o las historias de amistad que predica Meta con Facebook. ¿Y qué deporte puede ser más universal que el fútbol? Durante el pasado Mundial de Qatar, Nike lanzó la campaña ¨Footballverse¨ en la que imaginaba juntar a grandes futbolistas de la historia en un solo partido en el metaverso. Nike logra emocionarnos y entretenernos con esta loca premisa y con un mensaje universal que trasciende incluso a las nuevas generaciones.
5. Emotiva. En épocas como la navideña, muchas empresas recurren a contar historias que nos conquistan al tocar nuestra fibra más sensible. Este sencillo anuncio de Amazon, titulado ¨Joy is made¨ (La felicidad se hace), una niña está enamorada de uno de esos globos de cristal que, al sacudirlos, produce un efecto de nieve. Es tal la fascinación de la niña con el globo que su padre decide comprar en Amazon los productos necesarios para construir una réplica a tamaño real del objeto como regalo para su hija. El resultado es mágico, y logramos emocionarnos tanto como la niña cuando vemos volar el confeti que imita a la nieve dentro del invernadero. Esta sencilla historia de carácter universal no solo nos entretiene, sino que además nos emociona.
Explorar estas cinco cualidades del storytelling corporativo es una buena oportunidad para recordar una de mis citas favoritas sobre la magia de contar historias, del escritor estadounidense Eric Hoffner: ¨El ser humano es eminentemente un narrador de historias. Su búsqueda de un propósito, una causa, un ideal, una misión y cosas parecidas es, en buena medida, la búsqueda de un guión y una estructura para el desarrollo del relato de su propia vida.¨

Recientemente una amiga escritora me comentaba que los momentos de mayor intimidad en su relación ocurrían cuando, justo antes de la hora de la siesta, compartía con su pareja la trama de las historias que estaba escribiendo. “Es solamente en ese momento cuando siento que me presta total atención,” comentaba mi amiga. “Pero diría más: es cuando le cuento historias que siento que se vuelve a enamorar de mí.“
En este blog hemos analizado lo que ocurre en nuestro cerebro cuando escuchamos una historía, pero ¿por qué contar historias puede fortalecer los lazos de unión con nuestros seres queridos?
El cine, el arte y la literatura han reflejado en múltiples ocasiones el poder seductor de contar historias. En la película Memorias de África, el intrépido cazador Denys Finch Hatton (Robert Redford) se enamora de la baronesa Karen Blixen (Meryl Streep) cuando le escucha leer sus poesías en voz alta. En el cuento de Las Mil y una Noches, Sherezade logra salvar su vida y seducir al rey Shahriar contándole una historia diferente cada noche, como las de Aladino, Alí Babá y los 40 Ladrones, o Simbad el Marino.
En la psicología moderna, el efecto conquistador de contar historias ha quedado patente en varios estudios. Cuando un hijo nos pide que le leamos un cuento, por ejemplo, el contar historias es una forma de establecer vínculos emocionales indelebles dentro de las familias. Un estudio en particular demostró que, cuando dos grupos de niños de entre 3 y 5 años escucharon o leyeron las mismas 24 historias, los pequeños que escucharon las historias demostraron una mejor comprensión de las historias al volver a contarlas, mientras que los niños del grupo de lectura de historias mejoraron su complejidad lingüística.
Y es que, al escuchar una historia, estamos dando un voto de confianza al narrador: nos dejamos llevar en el viaje narrativo y vamos a prestar particular atención para poder construir esa historia en nuestra imaginación. Es cuando las neuronas espejo se activan en nuestro cerebro, reflejando como si nosotros estuviéramos llevando a cabo esa acción o teniendo ese sentimiento.
Dar vida a la historia en nuestras mentes no solo nos va a ayudar a recordarla mejor, sino que además estableceremos empatía y vínculos emocionales con el narrador. Así, no es de extrañar que muchos de nosotros guardemos como recuerdos notables de nuestra infancia el momento en que el abuelo nos contaba una historia antes de dormir, o cuando compartíamos historias con amigos en excursiones y campamentos.
Pero tal vez una de las evidencias más entretenidas de que las historias pueden llegar a enamorar la brindaron el psicólogo Arthur Aron y sus colaboradores en la década de los 90. Aron y sus colegas desarrollaron las llamadas ¨preguntas para enamorarse¨, un conjunto de 36 interrogantes que dos extraños pueden usar para explorar la posibilidad de desarrollar una conexión íntima y personal.
Los autores del estudio dicen que “un factor clave asociado con el establecimiento de una relación estrecha entre iguales es el hecho de abrirse personalmente de manera continua, gradual y recíproca”, por lo que no es de extrañar que muchas de estas preguntas sean, en cierta medida, una prueba de nuestra capacidad de contar historias. A continuación comparto la lista de interesantes preguntas:
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Suponiendo que pudiera elegir a cualquier persona del mundo, ¿a quién le gustaría invitar a cenar?
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¿Le gustaría ser famoso? ¿En qué sentido?
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¿Alguna vez practica lo que va decir antes de llamar por teléfono? ¿Por qué?
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¿Qué constituye para usted un “día perfecto”?
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¿Cuándo fue la última vez que cantó a solas? ¿Con otra persona?
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Si pudiera vivir hasta los 90 años de edad conservando durante los últimos 60 años la mente o el cuerpo de una persona de 30 años, ¿qué preferiría?
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¿Tiene una corazonada secreta sobre la forma en que va a morir?
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Nombre tres cosas que usted y su pareja parezcan tener en común.
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¿De qué se siente más agradecido en la vida?
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Si pudiera cambiar cualquier cosa de la forma en que fue criado, ¿cuál sería?
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Cuéntele a su pareja la historia de su vida en cuatro minutos pero con tanto detalle como sea posible.
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Si pudiera despertarse mañana habiendo adquirido una cualidad o una habilidad, ¿cuál sería?
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Si una bola de cristal pudiera decirle la verdad sobre usted, su vida, su futuro o cualquier otra cosa, ¿qué le gustaría saber?
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¿Hay algo que haya soñado hacer desde hace mucho tiempo? ¿Por qué no lo ha hecho?
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¿Cuál es el mayor logro de su vida?
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¿Qué es lo que más valora en una amistad?
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¿Cuál es su recuerdo más preciado?
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¿Cuál es su recuerdo más terrible?
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Si supiera que dentro de un año va a morir súbitamente, ¿cambiaría en algo la forma en que vive ahora? ¿Por qué?
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¿Qué significa la amistad para usted?
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¿Qué papel desempeñan en su vida el amor y el afecto?
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Alternadamente, diga algo que considere una característica positiva de su pareja. Mencione un total de cinco características.
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¿Qué tan cercana y cálida es su familia? ¿Siente que su infancia fue más feliz que la de la mayoría?
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¿Cómo se siente en su relación con su madre?
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Cada uno haga tres declaraciones verdaderas usando “nosotros”. Por ejemplo: “Los dos estamos en esta sala sintiendo…”
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Complete esta frase: “Quisiera tener a alguien con quien compartir…”
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Si llegara a ser amigo íntimo de su pareja, diga qué sería importante que ella supiera.
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Dígale a su pareja qué le gsta a usted de ella; sea muy honesto esta vez y diga cosas que posiblemente no le diría a alguien que acabara de conocer.
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Cuéntele a su pareja un momento bochornoso de su vida.
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¿Cuándo fue la última vez que lloró con otra persona? ¿A solas?
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Dígale a su pareja algo que ya le guste a usted de ella.
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¿Qué es algo demasiado serio para bromear al respecto?
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Si fuera a morir esta noche, sin poder comunicarse con nadie, ¿qué sería lo que más lamentaría no haberle dicho a alguien? ¿Por qué no se lo ha dicho?
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Su casa, que contiene todo lo que usted posee en la vida, arde en un incendio. Después de salvar a sus seres queridos y sus mascotas, tiene tiempo de una carrera final para rescatar algún objeto. ¿Cuál sería y por qué?
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¿Qué muerte de algún familiar sería para usted la más perturbadora? ¿Por qué?
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Exponga un problema personal y pregúntele a su pareja cómo lo manejaría ella. Asimismo, pídale a su pareja que le diga cómo parece que usted se siente respecto del problema que eligió.

Si ver las noticias en estos tiempos que vivimos te causa tanta ansiedad como a mí, es muy posible que estés buscando historias de escapismo que te permitan mantener la salud mental. ¿Y qué puede estar más lejos de la realidad que la ciencia ficción? Este género se ha convertido en uno de mis refugios durante los últimos años, bien sea en la lectura, la escritura y – ¿por qué no? – como fuente de entretenimiento en el cine y la televisión.
Como uno de los géneros más incomprendidos, tal vez te sorprenda saber que la ciencia ficción no son historias de monstruos que viven dentro de tu armario. La ciencia ficción es un género cuyos contenidos se encuentran basados en supuestos logros científicos o técnicos que podrían lograrse en el futuro. Esta base científica hace que las historias de ciencia ficción se diferencien del género fantástico, donde las situaciones y los personajes son fruto de la imaginación.
La ciencia ficción nació como un subgénero literario de la mano de H.G. Wells y Julio Verne. H.G. Wells fue el autor de clásicos como La máquina del tiempo (1895), La isla del doctor Moreau (1896), El hombre invisible (1897), y La guerra de los mundos (1898). En sus páginas imaginó viajes en el tiempo, visitas de extraterrestres, y logros de la ingeniería genética, como la invisibilidad.
Por su lado, Julio Verne fue profeta de los submarinos, los trenes de alta velocidad o los aviones, con obras de travesías como Viaje al centro de la tierra (1864), De la Tierra a la Luna (1865), Veinte mil leguas de viaje submarino (1870), La vuelta al mundo en ochenta días (1872) o La isla misteriosa (1874).
Con la llegada del siglo XX, los logros tecnológicos inspiraron a los autores de ciencia ficción a imaginar computadoras que desarrollan inteligencia propia, mundos amenazados por robots, o personas que viven en la red. Y así, con la llegada del cine, se convirtieron en nuevos clásicos películas como 2001:Odisea del Espacio (1968) de Stanley Kubrick, Blade Runner (1982) de Ridley Scott, o Matrix (1999) de las hermanas Wachowski.
Cinco Historias de Hoy que Vaticinan el Futuro
En esta segunda década del siglo XXI, aún con secuelas de la pandemia del COVID-19 y la explosión de una guerra en el corazón de Europa, la ciencia ficción es más necesaria que nunca. Por eso, en esta entrada, recomiendo algunas historias fascinantes de ciencia ficción que nos hacen soñar con un mejor futuro.
Night Sky. La primera temporada de esta serie original de Amazon, protagonizada por los sublimes Sissy Spacek y J.K.Simmons, usa los elementos de ciencia ficción en un segundo plano, para poner en relieve las relaciones humanas de los personajes. A primera vista, la historia puede parecer simple: una pareja en un pueblo de Illinois descubre un búnker subterráneo que les permite viajar a otro planeta. Pero la historia realmente explora temas tan humanos como la puerta de esperanza que se puede abrir tras la pérdida de un ser querido, el deseo de libertad de la opresión, la búsqueda de una identidad propia, o el amor como fuerza universal. La primera temporada de esta original serie, que se acaba de estrenar en Estados Unidos, deja muchas preguntas abiertas que espero encuentren respuesta en una segunda entrega.
Star Trek: Discovery. Si lo que buscas son espectaculares efectos especiales e historias fantásticas sobre la existencia de otros mundos y seres alienígenas, las cuatro temporadas de Star Trek Discovery serán, sin duda, tu próximo ¨atracón¨ televisivo. Lo mejor es, sin duda, la actriz Sonequa Martin-Green, una heroína que nos puede convencer de las historias más increíbles, llenas de imaginación y de un subidón de adrenalina. Lo peor, aunque seguro que difieren muchos nerds fanáticos de la serie, son las incomprensibles explicaciones que invocan la física o la química cuántica para hacer que una nave espacial salte literalmente en el espacio, o que una persona resucite tras estar suspendido en un mundo paralelo. Si te dejas llevar por la fantasía, la serie es pura diversión. Y además, todas las tramas se sustentan en los valores humanistas de la Confederación de Galaxias Starfleet: la cooperación, la igualdad de todas las especies, y la búsqueda de la paz y la armonía.
Duna. La primera parte de una serie de películas basadas en una novela de 1965 de Frank Herbert se estrenó en 2021, si bien la historia se llevó con fracaso al cine por primera vez en 1984. Esta película, sin embargo, ha ganado seis Oscars en categorías principalmente técnicas, y se destaca por una fotografía y producción absolutamente hipnóticas, bajo la dirección del cineasta canadiense Denis Villeneuve. Se trata de una historia clásica de tiranos y esclavos, en un futuro donde los mundos se rigen por leyes feudales. El joven Paul Atreides, heredero de la Casa Atreides, se traslada junto a su familia al planeta Arrakis, con la misión de explotar la especia melange, la mayor fuerza del universo. A través de la historia de Paul y la interacción con los seres nativos de su nuevo planeta, la novela y película exploran temas como política, religión, ecología, tecnología y emoción humana.
Fundación. Basada en las novelas de Isaac Asimov, esta serie de Apple TV+ tiene varios paralelismos con Duna, donde un imperio cruel reina con mano de hierro en toda la galaxia. Los héroes en esta ocasión son el Doctor Hari Seldon y su discípula Gaal, matemáticos que predicen la caída del imperio y sugieren la creación de la Fundación para preservar los pilares de la civilización hasta la llegada del nuevo imperio. La historia, en este caso, tiene menos que ver con las emociones humanas y más con las grandes fuerzas de la física y las matemáticas que rigen el universo ¿Hasta qué punto podemos cambiar el destino? ¿Somos realmente dueños de nuestro presente? La serie ha incluido a más protagonistas mujeres que estaban ausentes en las historias originales, y empodera a estas heroínas a ser precursoras de los cambios que la historia original deja en manos de la psicología colectiva. ¿Podrá la serie encontrar un mejor balance en esta dicotomía en su segunda temporada?
Years and Years. No puedo despedirme sin mencionar esta joya, una coproducción de la BBC y HBO. De todas las historias comentadas, es la más antigua, ya que fue producida en 2019. En tan solo seis episodios trepidantes, viajamos desde el presente hacia un futuro distópico, a lo largo de 15 años, con los miembros de una familia de Manchester. La serie es terrorífica por lo plausible del futuro que imagina, una Gran Bretaña y un mundo azotados por la xenofobia, la disrupción tecnológica, las protestas civiles y la inestabilidad política. En este cuento con moraleja, Emma Thompson hace el papel de una política británica inspirada en el perfil de Donald Trump. Sobrecogedora.
¿Y qué mejor forma para cerrar una entrada sobre historias fascinantes de ciencia ficción que con una de las citas más famosas del género? Es la cita del replicante Roy Batty al final de Blade Runner, y que tiene tanto de ciencia ficción como de humanidad. “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: Naves de ataque en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Tiempo de morir.¨

A diferencia de otros realities, el programa televisivo Maestros de la Costura es mucho más interesante que una mera competición para premiar al mejor modisto. Muchas de las pruebas del programa se enmarcan en una verdadera lección magistral de la historia de la moda, normalmente impartidas por el carismático diseñador español Lorenzo Caprile. Con desparpajo natural, Caprile recurre a la técnica de contar historias para explicarnos cómo nació la minifalda o el esmoquin, y en el proceso, recordarnos que la moda es una forma de narrativa visual sobre nuestra identidad y los tiempos en que vivimos.
En esta entrada quisiera compartir algunas de esas historias, muchas de ellas curiosas y sorprendentes, que marcaron un antes y un después en nuestros fondos de armario, y además, definieron épocas. Y como en toda buena historia, no nos olvidaremos de sus protagonistas: los modistos que reinventaron patrones, y aquellos transgresores que se atrevieron a vestir esas prendas y a redefinir la historia.
Seis Prendas Icónicas con Historias Curiosas
La minifalda. ¿Sabías que la minifalda fue inspirada por el Mini? Corría 1964 cuando la diseñadora Mary Quant popularizó esta icónica prenda en su tienda del barrio londinense de Chelsea. El diseñador André Courrèges, al mismo tiempo, puso de moda la minifalda en París. Por eso, dicen que las verdaderas creadoras de la prenda fueron las jóvenes feministas de París y Londres, quienes decidieron recortar sus faldas por encima de la rodillas en un acto de transgresión. Y es que la minifalda es una prenda rompedora, que sigue tan vigente desde que Twiggy se la pusiera para Vogue, hasta hoy.
La corbata. El origen de la corbata se remonta a la Guerra de los Treinta Años, en el siglo XVII, cuando las mujeres croatas se despedían de sus novios o esposos jinetes atando un pañuelo rojo a sus cuellos, como un símbolo de amor y fidelidad. Su uso se extendió por Europa, ya que la Guardia Real francesa, que reclutaba a los famosos jinetes croatas bajo la Corte de Luis XIII, quedó entusiasmada por los vistosos pañuelos, de lino para los soldados y de algodón fino o seda para los oficiales. En 1667, Luis XIV comenzó a favorecer en su corte el uso de estos lazos o cravates, frente a los cuellos altos de la época. En su versión moderna fue Georges ¨Beau¨ Brummell, el primer dandi inglés, quien ideó el traje moderno de caballero con anudado al cuello, impulsando la moda de la corbata como signo de distinción a principios del siglo XIX.
El esmoquin femenino. Si bien hoy el esmoquin es una prenda unisex que representa el epítome de la elegancia, esta prenda se creó en el siglo XIX para proteger la ropa de los caballeros ingleses del olor del tabaco. No fue hasta 1930 que la actriz Marlene Dietrich escandalizó al público de la época vistiendo un esmoquin en la película Morocco. En1966 el diseñador Yves Saint Laurent presentó, como parte de su colección, un esmoquin adaptado al cuerpo de la mujer, y esta prenda se convertiría en una prenda fetiche en sus colecciones de los 70 y principios de los 80. Catherine Deneuve, musa de Saint Laurent, fue una de las primeras actrices que lució el esmoquin como símbolo del empoderamiento de la mujer. Desde entonces, el esmoquin femenino sigue siendo todo un símbolo de la equidad de género.
La gabardina. ¿Te imaginabas que la gabardina tiene un origen bélico? La primera versión de esta prenda se remonta a 1823, como una invención del escocés Charles Macintosh. John Emary de la firma británica Aquascutum perfeccionó el modelo en 1851. Sin embargo, la versión que hoy conocemos de esta prenda fue confeccionada por Thomas Burberry. En 1914 Burberry recibió el encargo de crear una prenda impermeable, resistente y cómoda que protegiese a los soldados británicos en la I Guerra Mundial de las inclemencias del clima. Cuando terminó la guerra, Burberry decidió comercializar la prenda, y con la ayuda del cine – ¿se acuerdan de la gabardina de Humphrey Bogart en Casablanca? – se ha convertido en una prenda imprescindible hasta hoy.
El corsé. Si bien la historia del corsé se remonta a hace más de 4 mil años, fue Catalina de Medici quien popularizó el uso del corsé, o corpiño, como prenda interior femenina en el Siglo XVI. Las mujeres de la época se enfundaron el corsé para marcar la cintura y ensalzar el pecho, y así conseguir una deseada silueta de reloj de arena. Fue el mismo Lorenzo Caprile quien sacó el corsé a la calle en la España de los años 90, primero como entalle de vestidos de novia y luego como silueta de muchos vestidos de gala para la realeza. Hoy el corsé se ha convertido en una prenda muy versátil y accesible, que puede vestirse perfectamente para salir a la calle con unos vaqueros.
Me despido con esta maravillosa cita de Virginia Woolf: ¨Aunque pareciera una banalidad, dicen que la ropa tiene otro objetivo más allá de mantenernos cálidos. Cambia nuestra visión del mundo y la visión que tiene el mundo de nosotros.” Espero que la moda siga siendo ese prisma que define momentos de nuestra historia, y que las historias de la moda nos sigan ayudando a contar historias sobre nosotros mismos.

Si te gustan los dibujos animados, seguramente sonreirás al recordar las aventuras de Bugs Bunny, Piolín (Tweety Bird) o el Cerdito Porky, entre muchos de los personajes icónicos de la factoría Warner Brothers. Pero si te preguntara por alguna de las tramas de esos episodios, es muy probable que te quedes en blanco, más allá de recordar la ironía de Bugs, la astucia de Piolín o el tartamudeo de Porky.
Lo que tal vez también recuerdes es algunas de las frases que hicieron inolvidables a estos personajes: Bugs siempre aparecía enfrente de su cazador comiendo una zanahoria y diciendo eso de: “¿Qué hay de nuevo, viejo? (What´s up, doc?)” y Piolín lograba ahuyentar el zarpazo del gato Silvestre – y sin despeinarse – con un inocente: “Me parece que he visto un lindo gatito”.
La frase de Porky, sin duda, es la más trascendental. Su tartamudeante “¡Eso es todo Amigos! (That´s all Folks!)” no sólo cerraba los episodios en los que aparecía el cerdito, sino que llegó a convertirse en famoso eslogan de toda la serie Looney Tunes y Merrie Melodies de la Warner, desde 1930 hasta hoy.
No Hay Principio sin Final
¿Te sorprende que una frase de cierre pudiera conferir identidad a todo una serie? Como nos ocurre con la frase de Porky, a veces no reparamos en el impacto que puede tener la frase que pone el punto final a nuestras presentaciones. Muchos de nosotros ensayamos hasta la saciedad el arranque de nuestras ponencias, pero improvisamos la manera en que concluimos, cuando nuestro público tiene muchas probabilidades de solamente guardar en la memoria tus últimas palabras.
Así, es tan importante memorizar la última frase de una presentación como la primera, y para darte ideas de cómo dejar un buen recuerdo entre el público, quiero compartir contigo tres técnicas infalibles para cerrar una presentación:
1. El Poder de una Cita. Olvídate de terminar tu presentación con una diapositiva que diga “¡Gracias!” o “¿Preguntas?”. Impresiona a tu audiencia y logra crear un momento memorable usando una cita de algún personaje célebre que encapsule el sentido de lo que están contando.
Por ejemplo, si has dado una presentación sobre la importancia de mantenerse motivado en el trabajo, e incluso has explicado algunas técnicas para mantener la pasión y la energía en el ámbito laboral, no sería mala idea cerrar tu presentación con esta cita de Aristóteles:
“La excelencia no es un acto, pero sí un hábito”.
Internet es una buena fuente de citas, ya que numerosas páginas las listan y categorizan en torno a temas. Sin embargo, es recomendable que contrastes varias fuentes ya que, a veces, hay citas que se atribuyen por error a la persona incorrecta.
2. La Llamada a la Acción. Si tu presentación propone cambiar o adoptar un cierto curso de acción, no te asustes de usar el imperativo y concluye tu presentación con una llamada a la acción clara y concisa. Si hay un momento de usar los signos de admiración, es éste; eso sí, asegúrate que tu presentación haya cubierto por qué es importante ese cambio que propones.
Si, por ejemplo, buscas fondos para una buena causa benéfica que has explicado a lo largo de tu presentación, no te amedrentes de concluir con un contundente “Haz tu donación ahora”. Para perfeccionar este cierre, puede ayudarte repasar cómo vender tu idea con un discurso de ascensor.
3. La Moraleja o Conclusión de Una Historia. Otra forma efectiva de terminar una presentación es retomar una historia que usamos al arranque para concluirla reflejando algunos de los puntos levantados a lo largo de la presentación, como si se tratara de cerrar un círculo.
Por ejemplo, si estás dando una presentación sobre las ventajas de realizar ejercicio regularmente y comer de manera saludable, puedes iniciar tu presentación mencionando a tu amigo Mario como ejemplo de los peligros asociados con un estilo de vida sedentario ( “En esa época Mario trabajaba 13 horas al día y aplacaba su estrés comiendo pan y dulces. En un año engordó 20 kilos”). A la hora de cerrar, podrías concluir así: “¿Y se acuerdan de mi amigo Mario? En un chequeo médico le diagnosticaron riesgo de diabetes y fue cuando decidió tomar cartas en el asunto. Buscó el consejo de un nutricionista, se puso a dieta y comenzó a hacer ejercicio. No solo perdió peso y sustituyó sus hábitos alimenticios. Mario optó por un nuevo estilo de vida”. La satisfacción que la audiencia siente al conocer la resolución de una historia, sobre todo si tiene un final feliz, tiene efectos duraderos en nuestra capacidad de recordar.
Espero que estas tres técnicas infalibles te ayuden a cerrar con un toque magistral tu próxima presentación. Y si me preguntas cómo voy a dar por terminado este artículo, esta vez lo tengo fácil, aunque me falte música de fondo y la cortinilla roja: ¡Eeeeeso es todo, amigos!

The Only Story, una novela del escritor británico Julian Barnes, es realmente una recolección de historias que viajan en el tiempo. El narrador es Paul, un hombre que, a los 19 años, inicia un romance con Susan, una mujer casada de casi 50, en la década de los 60 en Londres. Paul nos cuenta la historia desde la perspectiva de la edad adulta; en vez de seguir una narrativa lineal, la historia se desarrolla como la misma memoria de Paul, a golpe de fragmentos desordenados en el tiempo.
Las historias que no siguen una narrativa lineal son desafiantes para el lector o espectador. Nuestras mentes están acostumbradas a seguir narrativas a lo largo de un arco cronológico lineal, en el que una serie de acontecimientos se concatenan para crear tensión y eventualmente alcanzar un clímax y un desenlace. Es mucho más difícil para nuestro cerebro encontrar sentido en las viñetas que Paul narra sobre su historia de amor con Susan, ya que querrá ordenar cuándo ese romance nació, se consolidó y terminó.
Según un estudio citado por The Atlantic, existe una clara evidencia de que nuestras mentes prefieren las historias de desarrollo lineal. En 2015 un equipo de psicólogos mostró a dos grupos de participantes versiones distintas de la película Bang! You’re Dead de Alfred Hitchcock, una intacta y otra con la trama completamente desordenada.
La película de 23 minutos cuenta la historia de un niño de 5 años que se topa con una pistola y empieza a disparar a diestro y siniestro pensando que la pistola es de juguete. A los dos grupos se les pidió que alzaran la mano cuando oyeran la palabra “pistola” en la película y, de manera predecible, fue el grupo que vio la película de manera desordenada el que obtuvo un mejor desempeño. Las personas que vieron la película intacta quedaron tan prendidos de la historia que a veces se olvidaron del ejercicio.
Entonces, ¿cómo es posible conectar emocionalmente con las historias que no siguen una estructura lineal? Estas cuatro técnicas nos permiten viajar en el tiempo con nuestras historias de manera efectiva:
La Analepsis. La analepsis, normalmente referida como “flashback”, es una técnica narrativa usada en el cine y la literatura para intercalar secuencias del pasado en el desarrollo lineal de una acción, normalmente introducidas como recuerdos de los personajes principales. Ciudadano Kane (1941) es una de las grandes obras del cine en usar esta técnica de forma magistral. La cinta arranca con la muerte del magnate mediático Charles Kane (Orson Wells) y, a través de varios flashbacks a su infancia y ascenso a la fama, nos permite desvelar el significado de “Rosebud”, la última palabra que pronunció antes de morir.
En esta cinta, la analepsis es un recurso que nos permite crear suspense y tensión narrativa hasta revelar el gran misterio detrás de la palabra. En la siguiente secuencia, podemos ver el magistral uso de esta técnica, en un viaje a los días de infancia de Kane:
La Prolepsis. La prolepsis nos da información sobre el futuro desde el presente para obtener un anticipo de los hechos que ocurrirán más tarde. El uso de esta técnica puede realizarse a modo de “flashforward”, como una visión breve del futuro, o como una secuencia más amplia en forma de premonición. En todo caso, la prolepsis requiere mucha destreza narrativa para mantener la atención de la audiencia a lo largo de la historia, ya que desvela al menos parte del desenlace.
Por ejemplo, en la película American Beauty (1999), el personaje principal revela su destino desde los primeros planos: «Tengo 42 años y, en menos de un año, estaré muerto. Por supuesto, todavía no lo sé. Y en cierta manera, ya estoy muerto». A lo largo de la película, descubrimos las razones de su infelicidad y la serie de circunstancias que lo conducirán hasta la muerte.
El Efecto Mariposa. El efecto mariposa realmente no es una técnica narrativa, sino un concepto de la teoría del caos. Esta idea se sostiene en que, si introducimos una pequeña variación al inicio o desarrollo de dos situaciones similares, el desenlace será completamente diferente. Según lo formuló el matemático Edward Norton Lorenz, si partimos de dos mundos casi idénticos, y en uno de ellos hay una mariposa aleteando y en el otro no, a largo plazo las situaciones acabarán siendo muy diferentes: en uno de ellos puede producirse un tornado y en el otro no suceder nada en absoluto.
Una de las películas en mostrar las diferencias en estos mundos paralelos es Corre, Lola, corre (1998), en el que se presenta tres veces un periodo de tiempo de veinte minutos. La acción comienza siempre igual – Lola tira el teléfono al recibir una llamada de socorro de su novio – y sale corriendo de su apartamento, pero cada carrera se desarrolla de manera diferente y con resultados distintos.
En el caso de The Only Story, Paul cuenta su historia de amor con Susan usando la técnica de la analepsis, pero como las escenas retrospectivas no son tan repentinas y cortas como un “flashback”, caen bajo una categoría especial de analepsis que se llama el “racconto”, donde la colección de momentos pasados van progresando lentamente hasta llegar al punto de partida de la historia.
Sea cual sea el viaje que nos plantee una narrativa entre el pasado, el presente y el futuro, cabe recordar que solo conectaremos emocionalmente con la historia cuando seamos capaces de encontrarle un sentido. Lograr esa coherencia no es tarea fácil para el storyteller, que deberá siempre encontrar la dosis correcta de desorden o disrupción, sin sacrificar claridad ni creatividad narrativa.

En este blog hemos dedicado mucho espacio a las razones por qué contar historias puede tener un efecto positivo en la venta y productos de una empresa. Ahora, si tú eres un capitán de industria, es posible que te preguntes ¿qué tipo de historias son las más efectivas para el establecimiento de tu marca y tu proyección comercial? En esta entrada exploraremos las diez historias que debe contar un CEO en sus discursos y presentaciones.
Paul Smith, uno de los expertos a nivel mundial en el campo del storytelling corporativo, entrevistó a más de 250 gerentes de empresa y líderes ejecutivos en 25 países para entender cómo incorporan el arte de contar historias en su trabajo, documentando más de 2000 historias. En su investigación, pronto descubrió que estas historias seguían estos diez patrones narrativos:
1. La Historia de Dónde Venimos. Esta es una de las historias de superación que más gustan contar a los CEOs, como ese momento fundacional cuando una idea se puede transformar en un imperio. Todos hemos escuchado la historia de las grandes empresas tecnológicas que comenzaron su andadura tras las puertas de un garaje, o cómo Steve Jobs se inspiró en una clase de caligrafía para desarrollar el MAC.
2. La Historia de Por Qué Tenemos que Cambiar. Un líder que quiera cambiar la cultura de su empresa o simplemente desee innovar para crecer puede beneficiarse de preparar una historia que justifique la necesidad de un cambio. En este blog contamos la historia de revelación que tuvieron algunos ejecutivos de Coca Cola en los años 70, cuando se dieron cuenta de la necesidad de cambiar la forma en la que se publicitaba la marca, para conseguir una conexión más emocional con la audiencia.
3. La Historia de Hacia Dónde Vamos. Todo líder debe tener una visión que pueda articular en una buena historia, para contagiar a sus equipos y clientes de entusiasmo por la dirección que estará tomando la empresa. Para ser efectivo, este tipo de historias debe ser tan visionario como práctico, donde el futuro se pueda perfilar a través de soluciones o iniciativas posibles, y suele combinarse con el siguiente tipo de historia:
4. La Historía de Cómo Llegaremos hasta Allí. Junto a la visión, es necesario contar una historia que defina la estrategia para alcanzarla. Un ejemplo claro de historia visionaria y estratégica fue el discurso que encumbró a Barack Obama a la Presidencia de EE.UU. ¿Se acuerdan del ¡Sí Podemos!? La visión que inspiró a millones de americanos a votarle en las urnas fue la de un futuro en paz, capaz de superar la amenaza del cambio climático, las armas nucleares, la pobreza, el genocidio o la enfermedad. La estrategia pasaba por conseguir la sanidad asequible y de calidad para todos, de reformar el sistema impositivo que favorece a las corporaciones, y de explorar fuentes de energía alternativa.
5. La Historia de En Qué Creemos. Muchos CEO son conscientes de que los valores de sus empresas son tan importantes como la calidad de sus productos, y cuentan historias sobre los atributos que diferencian a su empresa de otras, tanto en la cultura interna como en la cultura que la empresa quiere proyectar a sus clientes. Los clientes compran productos de empresas con las que se identifican por sus valores. En este blog hemos comentado, por ejemplo, cómo una marca de lujo como Volvo esposa el valor de la seguridad en su cultura, mientras que BMW propone el símbolo de la velocidad y el lujo como atributos de su marca.
6. La Historia de A Quién Servimos. Las historias centradas en el cliente son tal vez las más comunes en las narrativas de los CEO, como una técnica para ejemplarizar y humanizar el impacto del trabajo corporativo. Muchos CEO relatan historias personales de transformación de sus clientes, para poner en relieve su impacto.
7. La Historia de Qué Hacemos por Nuestros Clientes. Los CEO nunca deben de perder de vista la necesidad de atrapar nuevos clientes a través de las historias que cuentan, como complemento a sus esfuerzos de sus equipos de venta. Estas narrativas están repletas de ejemplos de cómo la empresa logra elevar a sus clientes a un nuevo plano, bien sea mejorando su calidad de vida o la de alguna de sus experiencias.
8. La Historia de Cómo Somos Diferentes de la Competencia. Este tipo de historias, que suele ir de la mano de las tres anteriores, podría catalogarse como la última frontera de la mercadotecnia. Las historias de en qué creemos, a quién servimos y qué hacemos por nuestros clientes pueden ser comunes para muchas empresas en un mismo sector, pero ¿por qué nosotros y no ellos? Un CEO debe contar en su repertorio con historias de diferenciación frente a los competidores que ayuden a su posicionamiento estratégico en los mercados.
9. La Historía de Por Qué Lidero Así. Cada CEO puede dotar de impronta personal a sus discursos y presentaciones con historias que expliquen su estilo de liderazgo. Si están bien enfocadas y contadas, este tipo de historias crean un aura de carisma alrededor del CEO que ayudan a sentir respeto y admiración por su manera de gestionar la empresa, pero fácilmente pueden sonar presuntuosas o como un ejercicio de soberbia cuando el orador no logra conectar emocionalmente con sus empleados y clientes.
10. La Historia de Por Qué Deberías Trabajar Aquí. Nadie mejor que un CEO como para contar historias que nos animen a trabajar en la empresa que lidera. Estas historias, enfocadas en esfuerzos de reclutamiento, suelen ilustrar el camino de ascenso del mismo CEO o de otros empleados dentro de la empresa, y exaltar las bondades de la cultura empresarial, de tal manera que sintamos interés por ser parte de ese proyecto.
Las diez historias que debe contar un CEO tienen como denominador común las características del mejor storytelling; son historias que nos sorprenden, emocionan y cautivan. Así, no es de extrañar que los CEO más exitosos no sean solamente buenos gestores, sino también excelentes comunicadores.

Dar una presentación no es un acto espontáneo ni una situación natural. Por muy relajado que sea el entorno, la situación denota una cierta formalidad. En las presentaciones al estilo TED, por ejemplo, te enfrentarás a tu audiencia de pie, y hablarás sin interrupciones durante un periodo de tiempo para exponer tus ideas y argumentos.
Ante una situación artificial, el reto es aparecer lo más natural y auténtico posible ante tu audiencia. Solo los presentadores que demuestran serenidad y seguridad en sí mismos serán considerados como oradores creíbles y genuinos por el público. Exploremos entonces cómo dar una presentación brillante.
No es Miedo, es Ansiedad
¿Cómo puedes gestionar el pánico escénico como orador? Piensa que la audiencia ha venido a escucharte y quiere saber lo que tienes que decir. Más que tenerle miedo, simplemente tienes que aprender a gestionar tu ansiedad.
La clave para controlar los nervios está en la práctica. El público te percibirá relajado y en control de tu mensaje en la medida que practiques un mínimo de siete veces aquello que vayas a decir. Recuerda que, incluso los oradores más experimentados, siempre practican sus presentaciones.
Otras formas de controlar la ansiedad incluyen realizar técnicas de respiración diafragmática, ejercicio físico o meditación para subir al escenario relajado y concentrado. También es importante llegar al lugar de la presentación al menos media hora antes para facilitarte con el entorno, así como probar todos los equipos con antelación (p. ej. micrófonos, presentación powerpoint) para asegurarte que la tecnología no te juega una mala pasada.
Trucos del Lenguaje Corporal
Ha llegado el día de tu presentación y no sabes qué ponerte. Te recomiendo que te vistas de acuerdo con tu marca y tu audiencia, pero siempre con ropa cómoda, cuidada y planchada. Si vas a dar una presentación a una junta directiva de una multinacional, tendrás que vestirte con ropa más formal que si estás hablando a un grupo de jóvenes emprendedores.
En todos los casos evita los colores estridentes, los estampados, o la joyería que puede distraer y causar ruido al caminar sobre el escenario. En general, no es recomendable usar sedas o vestirse de blanco, que pueden causar reflejos cuando la ponencia es grabada o televisada.
No cruces los brazos o las manos, y también evita meterte las manos a los bolsillos. Y si estás sentado, no cruces las piernas. Todas estas señales corporales te hacen menos accesible a tu público. Si das la presentación de pie, puedes caminar sobre el escenario de manera controlada, de forma que tus movimientos no distraigan a la audiencia.
Domina tu Presencia Escénica
Habla Claro y Despacio y Proyecta la Voz. Cuando das una presentación, es importante que te escuche tanto la persona en la primera como en la última fila. No es cuestión de gritar, sino de modular la voz y de asumir control del espacio. Tu voz también cobrará intensidad si realizas ejercicios de respiración abdominal, es decir, esa respiración profunda que lleve oxígeno a la parte baja de los pulmones. Muchos actores realizan estos ejercicios antes de salir al escenario, no solo para lograr más timbre en la voz, sino también para activar la respuesta de relajación del organismo. Proyectarás mejor la voz y, de paso, controlarás la ansiedad.
Mantén el Contacto Visual. Durante tu charla, el contacto visual con toda tu audiencia es fundamental, así que evita mirar al suelo, hacia el techo o hacia los lados. Si no miras a los ojos de tu público, te percibirán como inseguro, nervioso y poco confiable. Te recomiendo que selecciones tres puntos de mirada al público en la sala – uno a la derecha, uno en el centro, y uno a la izquierda – a quien dirigirte de forma intercalada durante tu presentación.
Desarrolla tu Expresividad. Puedes estar muy preparado para dar una presentación, pero si tu expresión facial es siempre la misma, o si tu discurso mantiene un tono neutral y sin cadencias, tu público se aburrirá y no te escuchará. Piensa que tu voz, tu rostro y tus manos son herramientas que te pueden ayudar a enfatizar puntos y a crear tensión en los momentos clave de tu discurso.
Aprende la diferencia entre ser expresivo y ser pedante – no gesticules demasiado, pero practica registros faciales distintos para presentarte de manera accesible y convincente. Usa pausas para crear expectación y practica los toques de humor o anécdotas divertidas que darán chispa a tu presentación (tu público no apreciará si intentas ser gracioso y fracasas en el intento). Y no confíes únicamente en tu opinión: cuando practiques tu presentación, hazlo con alguien que te pueda dar consejos sinceros sobre cómo puedes mejorar la expresividad de tu lenguaje verbal y corporal.
Ensaya para ser Creíble. Los buenos presentadores no dejan nada al azar. A fin de resultar creíbles, pasan horas ensayando; lo que a ojos del público parece natural y espontáneo, ha conllevado horas de preparación y ensayos. De igual manera, cuando das una presentación, tu nivel de seguridad y capacidad de persuasión serán directamente proporcionales al tiempo que dediques a ensayar. En una presentación, sin embargo, no te aconsejo que memorices palabra por palabra lo que vas a decir, para que tu discurso no suene acartonado. Ensaya la presentación un mínimo de siete veces, para que suenes natural y genuino. Con la práctica, cubrirás el contenido con más seguridad en ti mismo y evitando muletillas de lenguaje, como “eehh” o “huuumm”.
Consejos para la Apertura y el Cierre
Al comenzar tu presentación, y para no convertirte en un cliché, puedes sustituir el tradicional saludo de “buenos días” o “buenas tardes”, por una pregunta provocadora, una cita de alguien célebre, o contando una buena historia. Estas estrategias te ayudarán a conectar con tu audiencia.
Y antes de concluir tu presentación, piensa si has cubierto todo lo que te habías propuesto al inicio. Para concluir la presentación con éxito, memoriza muy bien la última frase que darás al público. Puede ser una llamada a la acción, una resolución a la anécdota o historia personal que mencionaste al principio, una conclusión que repita tu mensaje principal, o una nueva idea o pregunta que quieras dejar abierta para una futura cita con tu público.
Si sigues estas recomendaciones sobre cómo dar una presentación brillante, es muy probable que tu audiencia te premie con el aplauso.
