Rilke, Arte y Tristeza

Por 21/10/2016 Literatura

Aquellos que escribimos historias apreciamos una educación humanista para aprender a esbozar arquetipos de probado éxito narrativo. Ansiamos vivir experiencias como la de viajar porque, como aliadas de la imaginación, nos ayudan a perfilar personajes convincentes y tramas con magnetismo. Lo que es menos intuitivo, sobre todo para los que hemos vivido momentos de tristeza, es que la desolación pueda ser terreno fértil en el proceso creativo.

Entre 1903 y 1908, el poeta alemán Rainer Maria Rilke escribió en Cartas a Un Joven Poeta algunos de los pasajes más bellos y elocuentes sobre el efecto transformador de la tristeza en la vida de un artista. En una serie de epístolas al poeta Franz Xaver Kappus, Rilke nos invita a reflexionar sobre los elementos intrínsecos a la creación artística.

Rilke, en vez de criticar los poemas que recibía de Kappus, lo invocaba a cuestionarse la naturaleza de su vocación literaria, ya que, por aquel entonces, era cadete de la escuela militar austro-húngara:

Ser artista es no calcular, no contar, sino madurar como el árbol que no apremia su savia, mas permanece tranquilo y confiado bajo las tormentas de la primavera, sin temor a que, tras ella, tal vez nunca pueda llegar otro verano. A pesar de todo, el verano llega. Pero sólo para quienes sepan tener paciencia, y vivir con ánimo tan tranquilo, sereno, anchuroso, como si ante ellos se extendiera la eternidad.

Además de considerar el arte como un ejercicio pausado y abocado a la contemplación, Rilke plantea la naturaleza intimista de ser escritor:

Nadie le puede aconsejar ni ayudar. Nadie. No hay más que un solo remedio: adéntrese en sí mismo. Escudriñe hasta descubrir el móvil que le impele a escribir. Averigüe si ese móvil extiende sus raíces en lo más hondo de su alma. Y, procediendo a su propia confesión, inquiera y reconozca si tendría que morirse en cuanto ya no le fuere permitido escribir. Ante todo, esto: pregúntese en la hora más callada de la noche: ¿Debo yo escribir?

Piense, muy estimado señor, en el mundo que lleva en sí mismo, y dé a este pensar el nombre que guste. Así, sea recuerdo de la propia infancia, o anhelo del propio porvenir. Sobre todo, permanezca siempre atento a cuanto se alce en su alma, y póngalo por encima de todo lo que perciba en torno suyo. Siempre ha de merecer todo su amor cuanto acontezca en lo más íntimo de su ser.

Ese mundo interior pareciera desvanecerse en el momento en que la vida nos brinda un revés. La inspiración queda ahogada en el dolor, y la desolación puede configurarse al artista como un abismo infinito, donde perece la creatividad. Así expresa Rilke ese sentimiento tan infecundo como extraño en sus cartas:

Yo creo que casi todas nuestras tristezas son momentos de tensión que experimentamos como si se tratara de una parálisis. Porque ya no percibimos el vivir de nuestros sentidos enajenados, y nos encontramos solos con lo extraño que ha penetrado en nosotros. Porque se nos arrebata por un instante todo cuanto nos es familiar, habitual. Y porque nos hallamos en medio de una transición, en la cual no podemos detenernos.

Cuanto más callados, cuanto más pacientes y sinceros sepamos ser en nuestras tristezas, tanto más profunda y resueltamente se adentra lo nuevo en nosotros. Tanto mejor lo hacemos nuestro, y con tanto mayor intensidad se convierte en nuestro propio destino.

Porque ¿no es la tristeza, a fin de cuentas, un sentimiento ineludible en nuestras vidas? Rilke acepta la contrariedad como un elemento de nuestra experiencia que Kappus debe afrontar con ánimo para madurar como artista:

Así se transforman, para quien se vuelve solitario, todas las distancias, todas las medidas. Muchos de estos cambios se producen de un modo repentino, brusco. Y, al igual que en aquel hombre transportado a la cima de una montaña, surgen entonces  aprensiones insólitas, sensaciones extrañas, que parecen rebasar todo lo humanamente soportable. Pero es necesario que también esto lo vivamos. Debemos aceptar y asumir nuestra existencia del modo más amplio posible. Todo, incluso lo inaudito, ha de ser viable en ella. Este es, en realidad, el único valor que se nos pide y exige: tener ánimo ante las cosas más extrañas, más portentosas y más inexplicables, que nos puedan acaecer.

Para Rilke, el abismo no es insalvable. Procesamos el dolor y emergemos de las cenizas. Somos los mismos, pero la tristeza nos ha dejado una marca. El escritor sigue intentando hacer sentido de la realidad, con referencias que antes no tenía y que son esenciales a la vida:

No debe, pues, azorarse, querido señor Kappus, cuando una tristeza se alce ante usted, tan grande como nunca vista. Ni cuando alguna inquietud pase cual reflejo de luz, o como sombra de nubes sobre sus manos y por sobre todo su proceder. Ha de pensar más bien que algo acontece en usted. Que la vida no le ha olvidado. Que ella le tiene entre sus manos y no lo dejará caer.

Los consejos de Rilke no cayeron en un pozo sin fondo. Tras 15 años como oficial en el ejército austro-húngaro, Kappus se dedicó a su verdadera pasión, la literatura y al periodismo. Rilke, por su lado, publicaría grandes obras como Las Elegías de Duino y Los Sonetos de Orfeo antes de fallecer de leucemia en 1926, a los 51 años.

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La Ciencia de Contar Historias

Por 11/10/2016 Comunicación

La narrativa es la nueva piedra filosofal del marketing: cada vez son más las empresas que definen su personalidad y promocionan sus productos usando historias que conectan emocionalmente con los clientes. Y es que hasta un 92% de los consumidores prefieren ver anuncios que contengan una buena historia frente a una publicidad más tradicional, enfocada simplemente en destacar las características de un producto. La publicidad que sorprende, divierte o emociona con historias nos permite recordar mejor a la marca y al producto, y tiene hasta tres veces más éxito en atraer clientes y generar ventas.

Pero ¿qué ocurre exactamente cuando escuchamos una buena historia? ¿Cuál es la ciencia que explica la fascinación que pueden llegar a ejercer sobre nosotros?

La respuesta es similar a la experiencia de ver explotar fuegos artificiales en un cielo poco estrellado. Cuando escuchamos una presentación cargada principalmente de datos, se activan dos áreas de nuestro cerebro: las áreas de Broca y Wernicke.  Estas son dos zonas de nuestra corteza cerebral involucradas en procesar datos y el lenguaje humano. Cuando escuchamos una historia, sin embargo, nuestro cerebro se ilumina literalmente, poniendo en marcha partes de la corteza frontal, motora y sensorial.

Gracias a un proceso que se llama acoplamiento neuronal, los cerebros de las personas que están escuchando una historia actúan como un espejo, y traducen esa historia en experiencias propias. En este caso, el público procesa emociones haciéndolas suyas.

Pero veamos un ejemplo concreto para explicar este proceso. Esta semana, AdWeek destacaba, como uno de los anuncios del día, una animación de la aplicación Hinge. Hinge, a diferencia de Tinder, Match y otras aplicaciones de citas con desconocidos en línea, conecta a personas en base a los amigos que comparten en Facebook.

El anuncio nos presenta a un chico que entra en un recinto ferial a modo de metáfora del mundo de las citas virtuales. Las chicas que se encuentra se mueven como zombis, cansadas y desanimadas en cadenas de producción, en un mundo frío e impersonal. Cada cita, cuando se da, no es más que un preámbulo a la siguiente. Esta parte del anuncio despierta entre los usuarios de estas aplicaciones el reconocimiento de haber vivido con frialdad, superficialidad y frustración la experiencia de las citas en línea. El cerebro ilumina las áreas que registran tristeza, soledad y desesperanza.

No es hasta que nuestro personaje animado encuentra una puerta rotulada con una grande “H” que el mundo cambia de color. En este mundo hay parejas y personas sonrientes. Se encuentra con una chica que no puede descartar o seleccionar con un movimiento de pantalla a la derecha o a la izquierda. Esta es una chica de carne y hueso, cercana, del mundo real. Le toma de la mano y se van juntos caminando. Hinge despierta en las mentes de sus potenciales usuarios los sentimientos de esperanza, amor y alegría.

Una buena historia, más allá de poner en funcionamiento muchas partes de nuestro cerebro, también está relacionada con la capacidad de nuestro cerebro de producir dopamina y sintetizar oxitocina.

La oxitocina es responsable de nuestra sensación de empatía y de nuestra capacidad de experimentar las emociones de los demás. Es la sustancia química que nos permite ponernos en los zapatos de otros y de interiorizar las historias que nos relatan.

Por otro lado, la dopamina es un neurotransmisor que tiene muchas funciones en el cerebro, relacionadas con el aprendizaje, la atención, la motivación y el humor. La secreción de esta sustancia con una buena historia te permitirá recordar más y mejor, al ser responsable de marcar una huella más duradera en nuestro cerebro.

El recuerdo de los mensajes, la empatía con las marcas, y finalmente, el deseo de comprar y consumir:  la ciencia del storytelling nos recuerda la importancia de incitar emociones para estimular las mentes de nuestra audiencia y potenciales clientes. Una ciencia que es tan fascinante como inexacta, en el momento que descubrimos que contar historias también es arte, y además de encender el cerebro, debe hacer vibrar almas.

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Contadores de Historias: Steve Jobs

Por 28/09/2016 Comunicación

A solicitud de nuestros lectores, esta semana lanzamos una nueva serie de artículos bajo el título Contadores de Historias en la que analizaremos presentaciones magistrales de célebres oradores. Como ya hiciéramos con el discurso de Gettysburg, nuestro objetivo es ayudarte a estructurar y a preparar mejor tus presentaciones.

Y quién mejor ponente para inaugurar esta serie que Steve Jobs, el carismático genio detrás de Apple. Enfundado en su suéter negro y sus pantalones vaqueros, Jobs revolucionó la manera de dar presentaciones con un lenguaje simple y directo. En un análisis comparativo de sus discursos frente a los de Michael Dell y Bill Gates, Jobs solo usaba un promedio de 10.5 palabras por frase, frente a las 16.5 de Dell y las 21.6 de Gates. Y mientras que el 2.9% de sus palabras podían categorizarse como difíciles, Dell y Gates usaban más del 5%.

Pero además, Jobs era un maestro a la hora de incorporar historias en sus presentaciones. Para este análisis, he seleccionado un discurso que dio en 2005 a la clase de estudiantes graduados de la Universidad de Stanford. En esa presentación, decidió contar tres historias, y esta entrada disecciona la primera de ellas.

La anatomía de esta historia, que Jobs definió como una historia sobre la importancia de conectar ideas, se divide en seis fragmentos claramente diferenciados:

1. Introducción. Durante los primeros 30 segundos de tu narración, necesitarás presentar a los personajes de tu historia, con información selectiva sobre su contexto y circunstancias. Sé muy selectivo y solo proporciona información que sea crítica al desarrollo de tu historia. Jobs nos cuenta así que fue un niño adoptado.

Comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era una joven soltera graduada de la universidad, y decidió darme en adopción. Ella tenía muy claro que debería ser adoptado por graduados universitarios, por lo que todo se preparó para que fuese adoptado al nacer por un abogado y su esposa.

2. Detonante. El detonante o punto de inflexión de la historia introduce una complicación que fuerza a los personajes a tomar un curso de acción distinto al previsto. En el caso de Jobs, sus padres adoptivos resultaron no ser los esperados por su madre biológica.

Excepto que cuando nací, decidieron en el último minuto que en realidad deseaban una niña. Así que mis padres, que estaban en lista de espera, recibieron una llamada en medio de la noche preguntando: «De improvisto tenemos un niño; ¿lo quieren?” Y ellos dijeron:» Por supuesto «.  Mi madre biológica luego se enteró que mi madre nunca se había graduado de la universidad y que mi padre nunca se había graduado de la escuela secundaria. Ella se negó a firmar los documentos de adopción. Sólo cedió, unos meses más tarde, cuando mis padres prometieron que algún día yo iría a la universidad. Ese fue el comienzo de mi vida.

3. Desarrollo de la Acción. El detonante pone en marcha una serie de acciones concatenadas que, in crescendo, crean tensión en la historia e intrigan a la audiencia sobre su posible resolución. Jobs nos plantea la paradoja de asistir a la universidad y de tener remordimientos de gastarse los pocos ahorros de sus padres.

Y 17 años más tarde fui a la universidad. Sin embargo, ingenuamente elegí una universidad que era casi tan cara como Stanford, y todos los ahorros de mis padres los estaban gastando en mi matrícula. Después de seis meses, no pude ver el valor en ir a la universidad. No tenía ni idea de lo que quería hacer con mi vida y ni de cómo la universidad me iba a ayudar a averiguarlo. Y ahí estaba yo, gastando todo el dinero que mis padres habían ahorrado durante toda su vida.

4. Clímax. El punto álgido de tu historia es el momento de tensión máxima; si tu historia fuera la escalada de una montaña, el clímax sería el momento en que conquistas la cima. En la historia de Jobs, el clímax es el momento en que toma el paso de abandonar la universidad.

Así que decidí dejar la universidad y confiar en que todo iba a salir bien. Fue bastante aterrador en ese momento, pero en retrospectiva, fue una de las mejores decisiones que he tomado. En el momento que me di de baja, pude dejar de asistir a las clases obligatorias que no me interesaban y comencé a asistir a las que parecían interesantes.

5. Resolución. Tu historia se distensiona, se desinfla, y la resolución consiste en la serie de eventos que solucionan el conflicto. Jobs deja la universidad para concentrarse en tomar solamente las clases que le interesaban, como las clases de caligrafía.

Reed College, en esos tiempos, ofrecía la que quizás fuera la mejor instrucción en caligrafía del país. En el campus todos los póster, y hasta las etiquetas de todos los cajones, estaban bellamente escritas en caligrafía a mano. Como me había dado de baja y no tenía que tomar las clases normales, decidí tomar una clase de caligrafía para aprender cómo hacer eso. Aprendí todo sobre las tipografías serif y sans serif, sobre las variaciones en la cantidad de espacio que debe dejarse entre diferentes combinaciones de letras, todo sobre la gran tipografía. Fue hermoso, histórico, artísticamente sutil de una manera que la ciencia no puede capturar, y me pareció fascinante.

6. Moraleja. A modo de conclusión, muchas historias concluyen resaltando la lección aprendida a lo largo de la historia, especialmente en las ocasiones cuando esas lecciones no son tan obvias o intuitivas para la audiencia. El discurso de Jobs tiene como moraleja que debemos siempre guiarnos por el instinto a lo largo de nuestra vida.

Nada de esto tenía ni siquiera una remota aplicación práctica en mi vida. Pero 10 años más tarde, cuando estábamos diseñando la primera computadora Macintosh, todo volvió a mí. Y todo lo diseñamos en la Mac. Fue la primera computadora con una bella tipografía. Si nunca hubiera asistido a ese único curso en la universidad, la Mac jamás hubiera tenido múltiples tipografías o tipos de letras proporcionalmente espaciadas. Y puesto que Windows copió a Mac, es probable que ningún ordenador personal los hubiera tenido. Si nunca hubiera decidido dejar la universidad, nunca hubiera tomado esa clase de caligrafía, y las computadoras personales no tendrían la maravillosa tipografía que tienen. Por supuesto me fue imposible conectar estas ideas pensando en el futuro cuando estaba en la universidad. Pero fue muy, muy claro mirando hacia atrás 10 años después.

Espero que esta historia te haya inspirado a seguir incorporando técnicas narrativas en tus presentaciones corporativas. Y recuerda que no todas las presentaciones pueden estar compuestas exclusivamente de historias, pero el uso de esta técnica en el inicio o cierre de tus presentaciones, bien sea como un ejemplo ilustrativo o una anécdota, puede ayudarte a establecer el siempre evasivo vínculo emocional con tu audiencia.

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Cinco Consejos para Armar una Presentación Brillante

Por 16/09/2016 Comunicación

Ayer tuve una de esas pesadillas que producen una verdadera sensación de alivio cuando por fin abrí los ojos y me di cuenta de que todo no había sido más que un sueño.

Soñé que era el día del estreno de una obra de teatro en la que era uno de los protagonistas, y por alguna extraña razón, iba caminando entre las filas del público que abarrotaban la sala para dirigirme al escenario. A medida que caminaba, iba pensando que estaba a punto de aparecer ante centenares de personas sin haber participado en un solo ensayo de la obra y, lo que era aún peor, ¡sin siquiera haberme preparado el papel que me tocaba! El miedo me estrangulaba la garganta.

Cuando me desperté sudando, pensé en la ansiedad que produce no sentirse bien preparado a la hora de dar una buena presentación. Las buenas noticias son que existen fórmulas para ayudarnos a estructurar una presentación efectiva.

En otras entradas, te he dado ideas sobre cómo puedes deslumbrar a la audiencia con tus dotes de orador, pero en esta ocasión partiré de la esencia, con cinco consejos a tener en cuenta cuando te sientes a preparar esa presentación.

11. Organiza bien tus ideas. Las presentaciones más exitosas pueden resumirse en una frase; todos los puntos o ideas que quieras desarrollar deben girar alrededor de una tesis principal que quieras comunicar a tu audiencia. Antes de desarrollar tu presentación, te recomiendo esbozar en un folio o en tarjetas independientes esa tesis principal y, a continuación, tres mensajes de apoyo a tu tesis. Así tendrás ante ti, de forma muy sintetizada, el esqueleto de tu ponencia.

22. Desarrolla un arco narrativo. Ahora que ya tienes un esqueleto, es el momento de poner carne a esos huesos. Imagina que tu presentación es un viaje que quieres hacer con tu público, con un origen y un destino. Sé entretenido, marca bien las transiciones, y nunca des una presentacion que tú no quieras escuchar. A lo largo del trayecto, tendrás que ir brindando información de forma gradual para crear un sentido de anticipación o suspense en tu público, y así asegurarte que mantienes su atención a lo largo de todo el recorrido.

33. Usa ejemplos específicos. Para relatar mejor con tu público, es importante que incluyas ejemplos, datos o anécdotas que “den vida” a los tres mensajes principales que quieres comunicar. Son los momentos cuando sentirás que haces “click” con tu audiencia y tu mensaje permeará. Un recurso efectivo es ejemplarizar lo que estás contando con referencias muy concretas o experiencias personales. Esta táctica de storytelling te humaniza y te ayuda a meterte a tu audiencia en el bolsillo.

44. Sé muy selectivo con la información. Cuando estás escribiendo y tienes cientos de datos, referencias e ideas que quieres transmitir, te recomiendo que primero las plasmes en el documento de tu presentación, pero luego tendrás que meter tijera. Si das demasiados detalles, tu audiencia se aburrirá; si saltas de un lugar a otro en la presentación, se perderá. Toma a tu público de la mano y guíalo, seleccionando cuidadosamente los lugares que visitarás en el camino. Debes de relatar solo las “paradas” que sean necesarias para llegar a tu destino.

55. Cierra con un “bang”. ¿No sabes cómo terminar tu presentación? Te recomiendo que tu frase de cierre sea una llamada a a la acción para tu audiencia. Otra táctica que funciona es concluir de manera circular, volviendo a revisitar el inicio de la presentación con la perspectiva de las soluciones o ideas que has desarrollado a lo largo de la presentación. Hay personas que optan por concluir sus presentaciones subrayando la tesis principal. Los presentadores más experimentados incluso cierran con una cita, o planteando preguntas. Sea cual sea la técnica que escojas, tu audiencia debe sentir que tu presentación les ha aportado nueva información o conocimiento.

¿Quieres ver estos principios en acción? A ver si los puedes identificar en esta inspiradora presentación sobre el poder de la conversación de Álvaro González-Alorda. En próximas entradas, iremos dando claves adicionales para que tus ponencias sean cada vez más redondas.

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El Ensueño de Café Society

Por 08/08/2016 Cine & TV

Salgo de la última película de Woody Allen tan nostálgico como inspirado. En un verano repleto de secuelas intrascendentes como la de Independence Day y películas malas de superhéroes (¿cómo es posible que Escuadrón Suicida, que está siendo acribillada por la crítica, haya batido récords de taquilla en su estreno en Estados Unidos?), es refrescante ver una película con una historia relativamente simple pero impregnada de significado.

Gravier Productions Inc.

Café Society nos traslada al Hollywood de los años 30, y desde las primeras escenas, la voz de Allen como narrador de la historia baña de patina a los recuerdos que relata, con ayuda de la bella cinemafotografía de Vittorio Storaro. En esta ocasión, el alter ego de Woody Allen es Bobby Dorfman  (Jesse Eisenberg), un chico judío de Nueva York que se muda a Hollywood con la esperanza de que su tío Phil (Steve Carell), un famoso agente artístico, le dé un trabajo en su agencia. Phil no solo emplea a Bobby como repartidor de correo, sino que además le pide a su secretaria Vonnie (Kristen Stewart) que enseñe la ciudad a su sobrino. Lo que Bobby no sabe aún es que Vonnie es también la amante de su tío, un dato que descubrirá más tarde, cuando Bobby y Vonnie hayan comenzado su propia historia de amor.

Los triángulos amorosos en el cine son un viejo recurso narrativo, pero lo sorprendente de esta película no es la revelación, que se despeja a la mitad de la película cuando Phil decide divorciarse de su mujer y Vonnie se casa con Phil en vez de con Bobby. Lo mágico de esta película es la exploración del peso de nuestras decisiones con el paso del tiempo.  ¿Qué hubiera ocurrido si Vonnie hubiera decidido casarse con Bobby? ¿Habría Bobby decidido volver a Nueva York, donde abrió el exitoso club nocturno Café Society? ¿Hubieran sido Vonnie y Bobby más felices?

Todos estos posibles escenarios son implícitos, reflejados en el rostro de una radiente Kristen Stewart, por lo que tampoco esperes una resolución a estas preguntas al estilo de películas como Sliding Doors (1998), con Gwyneth Paltrow, donde vemos cómo se desenvuelve la vida de los protagonistas en realidades paralelas en función de sus decisiones. Para Allen, es mucho más interesante jugar con la posibilidad del qué hubiera sido, el what if que dicen los anglosajones, sin mostrarlo. 

Gravier Productions Inc.

En un momento culminante de la película, cuando Bobby y Vonnie se reencuentran al paso del tiempo, Bobby le recuerda a Vonnie que, una vez casada con su tío, se ha convertido en ese tipo de persona que tanto odiaba cuando ellos dos salían juntos, una mujer materialista que menciona en cada frase a los artistas famosos con los que socializa. Vonnie, sin embargo, no se arrepiente de su decisión, a pesar de seguir enamorada de Bobby.

Como en la vida misma, donde debemos escoger un rumbo cuando el camino se bifurca, los personajes no son infelices (tanto Vonnie como Bobby aman a sus parejas), pero tampoco están completamente satisfechos. Una parte de ellos, la de la cara a la galería, es tan volátil y artificial como la de la vida nocturna de Café Society, o la de la trama de una película de Ginger Rogers. Pero hay momentos de iluminación, cuando los personajes son más fieles a sí mismos y se preguntan si podrían haber sido más felices de haber vivido de forma distinta.

Como escribió Calderón de la Barca, y nos recuerda Woody Allen en esta profunda película, la vida es realmente un sueño.

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

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Abierto por Vacaciones

Por 02/08/2016 Comunicación

En el hemisferio norte, los meses de julio y agosto son sinónimo de vacaciones. Aquellos que pueden permitírselo, aprovechan la época estival para escaparse a un lugar de recreo y disfrutar de unos días de descanso.

En el mundo digital, sin embargo, el peor error que puedes hacer es colgar el cartel de “cerrado por vacaciones”. Los meses estivales son los de mayor actividad en las redes sociales, sobre todo en Facebook e Instagram, por lo que tus clientes te pasarán factura si desapareces por un largo periodo de tiempo.

Recuerda que, según reporta Nielsen, el 92% de las personas compran o consumen productos y servicios recomendados por familia y amigos, el llamado marketing de boca a boca, y es en los meses de verano cuando su presencia es más activa en la red.

Lo bueno del marketing digital es que, gracias a herramientas como Hootsuite o Tweet Deck, puedes dejar programada la publicación y difusión de tus anuncios, tuits o blogs, sin que nadie sepa que estás disfrutando de unas vacaciones. Tal vez lo más difícil sea dejar preparada una batería de contenidos frescos y cautivadores, sobre todo en esos días de locura previos a tus vacaciones. Si quieres que no se note tu ausencia en el mundo virtual, espero que te sirvan las siguientes recomendaciones:

PlanPrepara un Plan. Al menos tres meses antes de tu partida, desarrolla un plan para la creación y difusión de tus contenidos. Éste puede ser un buen momento para revisar tu estrategia de marketing digital, y volver a los objetivos básicos, ya que tendrás que ser muy selectivo. ¿Quién es tu verdadera audiencia? ¿Qué contenidos son los que más resuenan y provocan una participación activa de tu clientela? ¿Cuál es tu objetivo principal de negocio? El verano no es el momento más adecuado para desarrollar estrategias de captación de nuevos clientes, de no ser que puedas permitirte el lujo de experimentar; lo más probable es que no tengas tanto tiempo de desarrollar nuevas campañas ni de monitorear con detalle tus esfuerzos. Mantén enganchados a tus clientes principales y date por satisfecho.

RecycleRecicla Contenidos. Revisa ese post de tu blog corporativo que tuvo tanto éxito hace unos meses, actualízalo con alguna nueva foto, estadística o referencia, y vuelve a publicarlo con una fecha actualizada durante las vacaciones. O saca del baúl de los recuerdos aquello que publicaste en un momento cuando tu audiencia estaba enfocada en otros temas, y que intuyes tendrá más tracción en un segundo intento de difusión. La idea es que des nuevos aires a contenidos ya existentes, para facilitarte la vida y apostar por lo seguro.

ContestLanza Concursos y Promociones. El verano es una época ideal para organizar campañas sostenidas en el tiempo que ofrezcan incentivos a tu audiencia para interactuar con tu marca. Puedes ofrecer descuentos, rifar productos o simplemente fomentar comentarios en redes sociales a través del uso de “hashtags” con el símbolo “#”. De esta manera, aunque estés fuera, seguirás manteniendo viva la conversación con tus clientes y promoviendo lealtad a tu marca. No te olvides de introducir elementos emocionales a tus campañas, para que se multiplique la interacción con tu clientela.

ConversationÚnete a la Conversación. En verano, más que nunca, es importante encontrar maneras de sumarse a las conversaciones y contenidos que más resuenan en las redes sociales. Por ejemplo, en 2016, es muy probable que tu audiencia esté atenta a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, y es por eso que marcas como Procter and Gamble han lanzado emotivas campañas con las Olimpiadas como telón de fondo. No dudes en aprovechar acontecimientos o noticias que dominan la actualidad como trending topics para posicionar tus campañas.

VideoUsa el Video. Sin duda alguna, el video sigue experimentando un meteórico ascenso como herramienta efectiva de marketing digital, una tendencia que se acentúa en los meses perezosos del verano. Cisco prevee que, para 2019, el 80% del tráfico en Internet será el consumo de vídeos. ¿Y qué tipo de vídeos tienen más éxito? Según un informe reciente de Vidyard, los testimonios de clientes, los vídeos que demuestran cómo usar productos, y los vídeos instructivos o explicativos, son los que más llaman la atención de nuestros clientes. Las buenas noticias son que, con un simple teléfono inteligente, puedes crear vídeos de alta calidad. Tus clientes no quieren que te conviertas en Spielberg, pero sí que les ofrezcas interesantes contenidos.

Espero que estos consejos te ayuden a seguir manteniendo una comunicación estrecha con tus clientes durante el período estival. Recuerda que el verano es, para muchos, un momento de relajación, por lo que te animo a desarrollar contenido más refrescante y desenfadado. Y si tienes la suerte de descansar, sonríe pensando que, en el imaginario de tus clientes, sigues abierto en vacaciones.

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La Realidad Virtual Conquista a Cannes

Por 04/07/2016 Comunicación

Ya lo vaticinábamos a principio de año: la realidad virtual ha venido para quedarse, y está transformando la manera en que contamos historias en los ámbitos del periodismo, el arte, o la publicidad.

La reciente edición de Cannes Lions, el festival que aglutina las mentes más creativas del mundo de la publicidad, confirmó que la realidad virtual ya no es ciencia ficción, sino una tecnología viable y revolucionaria en creación de nuevos contenidos para las empresas.

Si eres escéptico y crees que se trata de una moda pasajera, basta con echar un vistazo a las cifras. Según un informe reciente de Digi-Capital, las inversiones en realidad virtual batieron records en los dos primeros meses del año, sobrepasando la barrera de los 1,000 millones de dólares frente a los 700 millones que la industria representó en 2015. De seguir a este ritmo, la industria que se originó en el mundo del videojuego podría representar un mercado de 120,000 millones de dólares en 2020.

¿Pero en qué consiste este invento? Si aún no estás familiarizado con el término, la realidad virtual te permite vivir experiencias sin realmente estar inmerso en ellas, gracias a nuevas tecnologías que recrean situaciones en tres dimensiones y con un ángulo de visión de 360 grados. Para experimentar esta sensación de realidad, existen dispositivos especiales – desde gafas de cartón en las que se insertas tu teléfono para ver vídeos desde una aplicación móvil, a gafas de última generación, como las Oculus Rift, que crean ilusiones tan vívidas que son capaces de tele-transportarnos a otro mundo.

Pero mejor comprobémoslo con algunas de las campañas ganadoras de Lions, que nos descifran las claves que permiten a la realidad virtual elevar el marketing de contenidos de las empresas a una nueva dimensión.

1. Ser protagonista de la historia. Paradójicamente, un periódico con más de 150 años de historia se alzó en Cannes como vencedor de las experiencias virtuales: el departamento de realidad virtual del New York Times triunfó con The Displaced, un documental producido es asociación con Within sobre la experiencia de tres niños desplazados por la guerra en Sudán, Ucrania y Líbano. El espectador logra meterse en la piel de estos niños y, guiado por sus narrativas, vive la experiencia de emigrar en primera persona, con la ayuda de un ángulo de visión de 360 grados. Así, el New York Times ha logrado posicionarse como una institución pionera en abordar nuevos formatos narrativos, sin abandonar los cimientos del buen periodismo.

The Guardian fue otro periódico en mostrar sus incursiones en realidad virtual de una manera más efectista. Su experiencia virtual sobre el confinamiento solitario se apoya en aplicaciones gráficas y testimonios de prisioneros que logran recrear las sensaciones de claustrofobia, miedo y desesperanza de este tipo de encarcelamiento.

2. Dar rienda suelta a la imaginación. ¿Sabías que hay una nueva manera de apreciar el arte? El Museo Dalí de San Petersburgo, en Florida, inauguró una exposición reciente con Dreams of Dalí (Sueños de Dalí) un paseo animado dentro de la pintura titulada Reminiscencia Arqueológica del ‘Angelus’ de Millet. Dicen que Salvador Dalí pintó esta obra surrealista entre 1933 y 1935, dada su fascinación por la pintura de Jean-François Millet que colgaba en una pared de su colegio. Dalí transformó la pareja de campesinos de Millet en ruinas antiguas, esculturas gigantescas en un árido paisaje iluminado por la luna. La experiencia virtual, envuelta en una excelente banda sonora, es simplemente mágica.

3. Aprender de forma interactiva. Mi experiencia virtual favorita de este año en Cannes fue, sin duda, la de Lockheed Martin. Unos niños suben a un autobús escolar para ir de excursión, sin imaginarse que el viaje será, ni más ni menos, que … ¡a Marte! Las ventanas del autobús son realmente pantallas que proyectan imágenes de la superficie del planeta rojo, que se mueven a la misma velocidad que se mueve el autobús. El efecto final es el de un verdadero paseo espacial por Marte. Esta campaña demuestra no solo el liderazgo de Lockheed Martin en la exploración espacial, sino también su apuesta por una educación experimental e interactiva que fomente el estudio de la ingenieria, sobre todo entre las niñas. Y para los más visionarios, dibuja un futuro de realidad virtual en vehículos en movimiento sin la necesidad de usar gafas.

Con la realidad virtual, las marcas ya no solo cuentan historias que podemos procesar con nuestras mentes, sino narrativas que involucran respuestas de todos los sentidos y de nuestros propios cuerpos. Son experiencias más evocativas e intensas, cercanas y envolventes. El futuro de la realidad virtual lo están forjando compañías como Apple y Google, que están adquiriendo compañías y desarrollando patentes para productos que aún no han visto la luz, o Samsung, que recientemente anunció la creación de un estudio de cine dedicado a exclusivamente a la realidad virtual. Un futuro que ya está aquí, impulsando el poder redentor de la historias.

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Tu Público es tu Héroe

Por 23/06/2016 Comunicación

“Nunca des una presentación que no quieras escuchar”. Esta es la sencilla filosofía de Duarte, una de las compañías más prestigiosas en el desarrollo de presentaciones efectivas de Estados Unidos. La compañía, fundada por Nancy Duarte hace 25 años en Silicon Valley, ofrece cursos de formación a empresas que quieran perfeccionar la estructura, diseño y entrega de cualquier tipo de presentación, desde ponencias magistrales al estilo TED, hasta los famosos “discursos de ascensor” para persuadir en la venta o posicionamiento de ideas y productos.

En todos los casos, Duarte parte de una premisa tan obvia como trascendental: para ser persuasivo, es fundamental conocer a tu audiencia íntimamente. Es probable que tú, como presentador, tengas ideas claras de lo que quieres comunicar, y lo primero que hagas a la hora de preparar una presentación sea abrir una filmina de PowerPoint para empezar a escribir. Pero si no estudias previamente a tu público, es probable que tu mensaje no resuene con él, y fracases en tu intento de influir en sus percepciones, conocimientos, actitudes o comportamientos. Al final de tu presentación, por muy satisfecho que te sientas por lo bien que has hecho el trabajo, lo único que importa es que hayas elevado a tu público a otro plano, al de héroe, para que efectúe un cambio.

Por eso, antes de ponerte a escribir, Duarte nos recomienda contestar las siguientes preguntas:

Focus Group. Magnifying glass¿Quiénes son? Si, por ejemplo, quieres vender tu idea de desarrollar una aplicación para enseñar idiomas, tu presentación tendrá que ajustarse en términos de lenguaje, tono y formato según a quién te estés dirigiendo. No es lo mismo persuadir a un grupo de potenciales inversores que a un grupo de jóvenes diseñadores sobre la brillantez de tu idea. Ponte en sus zapatos e imagínate qué tipo de presentación quieren escuchar – un inversor probablemente quiera escuchar algo más breve, corporativo y enfocado en el rendimiento económico de tu propuesta, mientras que un diseñador apreciará aprender sobre los aspectos más creativos y originales de tu aplicación, explicado de una manera informal y más entretenida.

Print¿Por qué están aquí? Si te detienes a pensar por qué una audiencia acude a escucharte, podrás encontrar el enfoque de tu presentación. Los inversionistas de nuestro ejemplo querrán ganar dinero con tu idea, y los diseñadores desearán inspirarse en el tipo de herramientas creativas y tecnológicas que estás implementando. Recuerda que el mero hecho de que has logrado convocar a una audiencia frente a ti ya supone una disposición a escucharte, de ti depende terminarlos de convencer.

couple is watching a horror movie movie in a cinema¿Qué les provoca insomnio? Para que puedas asumir más fácilmente el papel de mentor que eleva a la audiencia al heroísmo, es aconsejable que te pares a pensar qué les preocupa, y cuáles son sus miedos o inquietudes. Los inversionistas de nuestro ejemplo estarán preocupados de invertir en un proyecto que no sea ni viable ni lucrativo, por lo que tendrás que aplacar sus dudas con argumentos de peso en tu presentación. Los diseñadores querrán saber qué herramientas usas en tu proyecto que les pueda facilitar su trabajo en el futuro, cómo tu planteamiento se diferencia de los demás.

3 Arrows Colored Target PiAd¿Qué quieres que hagan? Las presentaciones más efectivas tienen una sola idea central que se pude verbalizar en una clara llamada a la acción. Esa tesis será más sólida en la medida en que la puedas formular como de beneficio para la audiencia. A los inversores de nuestro ejemplo, les estarás intentando convencer de que pueden ganar dinero si invierten en tu idea. En cambio, para los diseñadores, adaptarás tu presentación para que ellos sientan que están aprendiendo algo nuevo que puedan usar en futuros proyectos. Una presentación efectiva no debe enfocarse solamente en lo que tú quieres transmitir, sino en las oportunidades que tu público pierde si no adopta tu idea o producto.

Web¿Qué los puede frenar? El análisis previo de todos esos elementos que pueden causar resistencia al contenido de tu presentación es una de las claves del éxito. Adelántate siempre a sus preguntas, y explica los riesgos o impactos negativos de no asumir el cambio que propones. En este sentido, es aconsejable que ganes su confianza desde un principio, para que no piensen que no tienes las calificaciones o credibilidad adecuadas, y que realmente compartes sus mismos objetivos. Por muy sólida que sea tu propuesta, los inversionistas de nuestro ejemplo pueden desinteresarse si no proyectas responsabilidad en el uso del dinero, o si no perciben que tienes el suficiente aplomo como emprendedor para que un proyecto progrese. Estudia todos los posibles ángulos que puedan causar un rechazo en la audiencia.

Una vez realices estas reflexiones, será mucho más fácil enfrentarse a esa filmina de PowerPoint. Tu presentación habrá encontrado una razón de ser y partirá con un objetivo claro. Ahora solo será cuestión de esbozar las paradas del viaje figurativo que estás a punto de organizar para ese público expectante.

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Cultiva el Carisma de un Político

Por 16/06/2016 Comunicación

¿Se pueden ganar unas elecciones en un debate de 60 minutos?  John F. Kennedy, un senador relativamente desconocido de Massachusetts, lo demostró una mañana de noviembre de 1960, cuando se enfrentó al Vicepresidente Richard Nixon en el primer debate televisado de la historia. En principio, Kennedy no tenía muchas cartas a su favor, dada su relativa inexperiencia y su fe católica en un país de mayoría protestante. Pero su apuesta apariencia y discurso confiado contrastaron con un Nixon pálido, sudoroso, y desmejorado que acababa de salir  del hospital.

Curiosamente, los que siguieron el discurso por la radio, dieron por vencedor del debate a Nixon, convencidos por el peso de sus argumentos frente a las generalidades de Kennedy. Pero la imagen seductora del irlandés, que irradió tranquilidad y seguridad en todo momento, cautivó a los 75 millones de norteamericanos que vieron el debate por televisión. Fue la imagen quien convirtió a Kennedy en una estrella, revolucionando el mundo de la comunicación política. A la ideología y los mensajes políticos, se sumaban dimensiones como el carisma y la puesta en escena del candidato.

Desde entonces, Estados Unidos ha tenido Presidentes como Ronald Reagan, que en su día fue un actor de Hollywood, o Barack Obama, cuyos ritmo al dar discursos recuerda la retórica efectiva de los predicadores bautistas. Incluso hoy, en un panorama político donde prevalecen los mensajes enlatados, candidatos como Donald Trump llaman la atención por la cercanía que transmiten o su capacidad de verbalizar posiciones controvertidas que muy pocos se atreven a decir en voz alta. El político, hoy más que nunca, triunfa no tanto por su preparación o posición política, sino por el poder de seducción que ejerce en el electorado.

De esta reflexión sobre el peso del carisma de los políticos, se desprenden lecciones fundamentales para aquellos que preparamos presentaciones o discursos a fin de comunicar ideas o vender productos.  En entradas anteriores de este blog, ya hemos hablado de técnicas de persuasión y de narrativa para cautivar a nuestras audiencia, bien sea en el formato de charlas al estilo TED o con presentaciones más tradicionales de Powerpoint. Pero el concepto de proyectar carisma, esa capacidad especial de algunas personas para atraer o fascinar, intimida a muchos de nosotros al considerarlo un don innato que no se puede desarrollar o poner en práctica.  Las buenas noticias son que el carisma se basa en comportamientos que todos podemos aprender y que giran en torno a tres principios fundamentales: el poder, la calidez y el efecto reflejo.

obama-debate-2Seduce con Poder. Para crear una sensación de autoridad, habla despacio y utiliza pausas frecuentes para enfatizar puntos, al estilo de Barak Obama. Baja la entonación de tu voz lo más posible, de tal manera que tu discurso no nazca de la garganta, si no del estómago; si suenas como un barítono tienes más posibilidades de seducir con la palabra que un soprano.  Modular el volumen de tu voz es también importante, así como mantener una disposición corporal relajada.  No te apoyes en el podio frente al cual hablas, ni se te ocurra usar tarjetas de manera visible a tu audiencia. Cierra el puño y utilízalo en movimientos verticales controlados para enfatizar puntos, como hicieron Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en el último debate presidencial español.

En cuanto al contenido de tu presentación, recuerda que debes tener un punto principal que puedas formular en una sola frase o tesis. Repite esa tesis al principio y al final, ya que esos son los momentos de tu presentación que tu público recuerda. El cuerpo de tu presentación debe tener un máximo de tres puntos de apoyo a la tesis, y para compartirlos con la audiencia, usa historias, estadísticas, analogías o metáforas, de fácil comprensión. Nunca titubees; si eres nervioso o tímido, practica muchas veces tu presentación para evitar malos tragos. Y si te equivocas, desdramatiza el error y corrige lo que hayas dicho con naturalidad.   

hillary-clinton8Proyecta Calidez. Por mucha autoridad que demuestres durante tu charla, no lograrás echarte al bosillo a tu audiencia si no logra empatizar contigo. Para ello, debes sonreír frecuentemente y mostrarte lo más relajado posible (si es necesario, realiza ejercicios de inspiración y expiración antes de situarte frente al público). Para no intimidar, tu sonrisa debe ir de la mano de un contacto visual amable con los miembros de la audiencia, sin mantener la mirada fija en nadie en particular (uno o dos segundos por persona).  Usa el humor en tu presentación, sobre todo al inicio, para romper el hielo. Y no pretendas ser alguien que no eres; muéstrate accesible y genuino en todo momento, contando historias y anécdotas personales que resuenen a experiencias comunes e universales.  Evita proyectar dramatismo, tristeza, preocupación, o duda.

donald-trump-is-still-soaring-in-iowa--but-there-are-now-some-clear-warning-signsCrea un Efecto Reflejo. Los oradores más carismáticos son los que logran conquistar al público imitando su expresión corporal o verbal, como si se tratara del reflejo de un espejo. Sus presentaciones son experiencias envolventes y sensoriales, con elementos audiovisuales atractivos, y discursos llenos de referencias al público. Recuerda que el carisma verdadero radica en que tu público se sienta especial o importante tras la interacción contigo, por lo que es recomendable que conozcas íntimamente a tu audiencia para saber qué les va a emocionar, qué les va a hacer reír, o qué les va a convencer para comprar tu producto o servicio. El carisma, por tanto, está íntimamente conectado a tu inteligencia emocional, esa capacidad de percibir los propios sentimientos y saber interpretar los de los demás.

Si exudas confianza en ti mismo y simpatía, y además logras conectar emocionalmente con tu audiencia, será mucho más fácil convencer a tu público de lo valioso de tu conocimiento, lo rico de tu experiencia, o la validez de tu propuesta. Crear una percepción positiva de quién eres pavimentará el camino a tus aspiraciones de orador magistral o vendedor estrella … y quién sabe si, incluso, te encontraremos un día en los escaños del Congreso.

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No Todo es Copiable

Por 02/04/2016 Cine & TV

¿Hace cuánto tiempo que no ves un documental biográfico que te conmueve? La semana pasada la cadena de televisión HBO estrenaba en Estados Unidos Everything is Copy (Todo es Copiable), un excepcional biopic sobre la vida de la escritora, periodista y directora Nora Ephron. El documental, dirigido por Jacob Bernstein, hijo de Ephron y periodista del New York Times, presenta un retrato intimista y a la vez revelador de la realizadora de comedias tan memorables como Sleepless in Seattle  (Algo Para Recordar), You’ve Got Mail (Tienes un E-Mail), y When Harry Met Sally (Cuando Harry Encontró a Sally)

La cinta es tributo a una mujer ingeniosa y divertida, una trabajadora incansable que podía ser muy dura y exigente consigo misma y con los demás. Pero ante todo, Nora es reconocida como una apasionada narradora de historias, tanto las que inventaba para sus películas, como las que basaba en sus propias vivencias.

En una entrevista para el programa de televisión de Charlie Rose, Ephron confirmaba su vocación de usar cualquier experiencia como recurso narrativo:

 Los escritores somos caníbales. Lo somos de verdad. Somos como predadores, y si eres amigo mío, y me cuentas algo divertido en una cena, o algo interesante que te haya pasado, estás en apuros.   

heartburnDe hecho, el título del documental es una cita que se atribuye a la madre de Ephron, también escritora, quien veía cada experiencia, incluso la más desgraciada, como fuente narrativa que podría llegar a ser divertida o aleccionadora. Contar historias se convierte así en una forma de ejercer control, de formular una interpretación que va a trascender en el arte, incluso cuando se trata de una vivencia personal. Así, cuando Nora Ephron, estando embarazada de su segundo hijo, descubrió la infidelidad de su marido Carl Bernstein, logró destilar humor de la tragedia en Heartburn, una novela que eventualmente Mike Nichols llevaría al cine con Jack Nicholson y Meryl Streep.

Con Nora parecía que no existían fronteras entre lo público y lo privado; más tarde en su vida, en sus ensayos I Don’t Feel Good About My Neck (El Cuello No Engaña) y I Remember Nothing (Ya No Me Acuerdo de Nada), nos hizo reír con sus reflexiones y experiencias sobre la cirujía estética y el irreparable paso del tiempo. Muchas mujeres se han visto retratadas en sus anécdotas y en su cita más célebre:

Sobre todo, conviértete en la heroína de tu propia historia, nunca en la víctima. 

neckLa paradoja más fascinante de la vida Ephron, sin embargo, se fraguó en su último acto, cuando le fue diagnosticada una agresiva variedad de leucemia. Si bien ella lo supo en 2006, decidió mantener la enfermedad en secreto, incluso de su propia familia y amigos más allegados, hasta muy cercana la fecha de su muerte en 2012. Es como si, al final de su vida, se hubiera dado cuenta de que hay historias, como la de nuestra propia muerte, que no se pueden controlar. En palabras de Jacob Bernstein:

Creo que, al final de su vida, mi madre sabía que no todo es copiable, que las cosas a las que te quieres aferrar no son copiables, que las personas a las que amas no son replicables, que lo que puedes copiar son las cosas que has perdido, las cosas que estás dispuesto a dar.

Meryl Streep, una de las personas entrevistadas por Bernstein en el documental, nunca supo sobre la enfermedad de su amiga durante el rodaje de Julie & Julia (2009), la última película de Nora. Así lo recuerda la actriz en el documental:

 Ella es la que dijo “no hay privacidad”. Y esto es la cosa más fascinante del mundo para mí, porque logró alcanzar un acto privado en un mundo donde las partes más superficiales de los actos más íntimos se airean por doquier.

Si piensas ver el documental, no sigas leyendo. Pero si no logras verlo, Bernstein completa su documental con una emocionante lista de las cosas que Nora Ephron dijo que echaría de menos cuando muriera. La lista aparece en el libro I Remember Nothing, de la cual Ephron realizó una grabación para el audiolibro. Y como ella misma descubrió durante los últimos años de su vida, es una listado de esas cosas que realmente no son copiables, de las experiencias que hacen que una vida sea única e irrepetible.

  1. Mis hijos
  2. Nick (su tercer y último esposo)
  3. Primavera
  4. Otoño
  5. Gofres
  6. La idea de gofres
  7. Tocino
  8. Un paseo en el parque
  9. La idea de un paseo por el parque
  10. Shakespeare en el parque
  11. Mi cama
  12. Leer en la cama
  13. Fuegos artificiales
  14. Risas
  15. La vista por la ventana
  16. El centelleo de las luces
  17. Mantequilla
  18. Cena en casa sólo nosotros dos (ella y Nick)
  19. Cena con amigos
  20. Cena con amigos en las ciudades donde ninguno de nosotros vive
  21. París
  22. El año próximo en Estambul
  23. Orgullo y Prejuicio
  24. El árbol de Navidad
  25. Cena de Acción de Gracias
  26. Uno para la mesa
  27. El cerezo silvestre
  28. Darme un baño
  29. Caminar por el puente de Manhattan
  30. Tarta

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